¿Los gatos están hechos para viajar en furgo?
Dicen que cuantos menos cambios sufran los gatos a lo largo de su vida mejor. Pero, ¿por qué no enseñarles que su hogar puede ser una casa rodante?
Nosotros lo hemos conseguido y ahora Blue vive y viaja en nuestra furgoneta camper. Antes lo hacía en un piso del cual no salía, y creednos cuando os decimos que ahora es mil veces más feliz.
Las claves de todo esto han sido la paciencia y un buen proceso de adaptación. ¡No te pierdas nuestros tips y consejos que mejor nos han funcionado!
Nuestro objetivo desde el primer momento fue que Blue sintiera que la furgo era su sitio seguro, su hogar. Si conseguíamos esto teníamos muchas posibilidades de que la adaptación fuera un éxito.
Os mentiríamos si os dijésemos que confiábamos 100% en que lo conseguiríamos, nos daba un poco de miedo porque Blue es parte de la familia y esta aventura sin él no estaba contemplada. Nuestro sueño tenía que ser con él. Así que pusimos todos nuestros esfuerzos en esa adaptación.
¿Cómo fue la adaptación de Blue a la furgo?
Lo primero que hicimos fue familiarizar a Blue con su transportín, porque nos sirvió para llevarlo del piso donde vivíamos a la furgo, y viceversa. Es importante que lo asocie como algo positivo, así que antes de empezar con todo este proceso conseguimos que meterse en el transportín no fuera un problema para él.
Durante varios días lo bajábamos a la furgo un ratito para que la curioseara y la fuera conociendo bien. Primero no quería salir del transportín, pero poco a poco y tímidamente lo consiguió. Es clave darle el tiempo que necesite y no obligarlo a nada para que no sea una mala experiencia para él. Tenéis que dejarlo hacer y actuar con normalidad.
También recurrimos al soborno con Blue. Siempre que salía del transportín y mientras estaba por la furgo lo premiábamos con chuches: refuerzo positivo. ¡La comida todo lo puede!
Otro aspecto clave es el tema de los olores. Hay sprays y difusores de feromonas para gatos que van a ayudarlo a relajar y aumentar su bienestar. Nosotros lo que hacíamos era rociar partes de la furgo con este spray. Hay diferentes marcas, pero quizá el más conocido es el Feliway.
Te dejamos a continuación algunos de estos productos que te van a ir genial.
Cuando vimos que este primer paso estaba superado y que Blue se sentía cómodo dentro de la furgo el siguiente paso fue la familiarización con el ruido del motor. Es un hecho que viajando en furgo pasas muchas horas en la carretera, y esto tenía que estar previsto.
Fue lo que más le costó. Supongo que como a la mayoría de gatos les pasa, los ruidos no son su mejor aliado, así que sólo teníamos que trabajarlo bien.
Primero optamos por arrancar la furgo en parado con él dentro un ratito. Después en movimiento haciendo trayectos bien cortitos. Y al acabar estos pequeños trayectos siempre volvíamos (dentro del transportín) al piso en el que vivíamos, que en ese momento era su sitio seguro. Él asociaba que siempre volvía a casa, así que todo estaba bien.
En nuestro caso vimos que Blue se sentía seguro dentro del transportín cuando íbamos en marcha. Así que automáticamente se metía él solo dentro al oír el ruido del motor, y eso lo tranquilizaba. Ahora ya es capaz de estar en cualquier sitio de la furgo cuando estamos en movimiento. ¡Le encanta meterse en nuestra cama!
Cuando vimos que toleraba lo mejor posible estos mini paseos decidimos irnos de fin de semana con él a un lugar tranquilo en la montaña. El primer día no comió por el estrés, tampoco quiso salir de la furgo, se meó en el transportín y no en el arenero y estuvo todo el rato en tensión.
Fue un momento difícil para nosotros verlo así, pero actuamos con total normalidad como si estuviéramos en casa. Nos hicimos la cena, nos fuimos a dormir, nos levantamos el día siguiente… todo igual que en casa, y poco a poco empezó a relajarse, a tener curiosidad por lo que pasaba detrás de las ventanas y a observar todo lo que hacía Bruno.
Como sabéis nosotros también viajamos con nuestro perro Bruno, y estamos convencidos que eso a Blue le ha ayudado mucho, porque en todo momento ha sido su referente.
Si Bruno no tenía miedo durante el viaje, si comía con normalidad y salía de la furgo… ¡esto no tenía que estar tan mal! Así que Blue empezó a ser su sombra.
Ahora Blue entra y sale de la furgo con su arnés y correa cuando quiere, y si ve algo fuera que no le gusta se mete para dentro y listo. De hecho casi pasa más tiempo fuera que dentro, es un cotilla y le gusta estar atento a todo lo que pasa a su alrededor. Siempre tiene apetito, su arenero es su cagadero perfecto, se viene de paseo con nosotros y ES UN GATO FELIZ. No podemos estar más orgullosos de él.
A día de hoy podemos decir que Blue está 100% hecho a nuestra furgo. Y bueno, nuestra furgo está hecha también para él. Al camperizarla tuvimos en cuenta aspectos que si o si él iba a necesitar, como por ejemplo un simple rascador.
Pero de ello os hablamos en este artículo sobre “Cómo adaptar la furgo para viajar con un gato”.
viaja con tu gato
¿Y vosotros? ¿También habéis pensado en adaptar a vuestro gato a la vanlife? ¡Os leemos! Cualquier duda que tengáis podéis preguntarnos y estaremos encantados de ayudaros en todo lo que esté en nuestras manos. ¡A por más gatos viajeros!